Título original: The dark planetSaga: Atherton #3 (de 3)Autor/a: Patrick CarmanTraductor/a: Daniel Cortés CoronasEditorial: BruñoISBN: 9788421684412Nº páginas: 421Precio: 5,95€Libro enseñado en: IMM Vlog 20
Sinopsis:
Cuando Edgar averigua cómo ir desde Atherton hasta el planeta Oscuro, no se lo piensa dos veces y emprende un viaje que le descubre un mundo lleno de peligros: en la Tierra el mar está contaminado, una niebla tóxica invade bosques plagados de monstruos mutantes, y los niños trabajan como esclavos en el tétrico Silo. En este siniestro lugar, sin embargo, a Edgar le aguarda la obra inacabada del doctor Harding, cuyo secreto deberá desentrañar para completar el espectacular plan del científico y revelar el auténtico propósito de la existencia de Atherton.
Cuando Edgar averigua cómo ir desde Atherton hasta el planeta Oscuro, no se lo piensa dos veces y emprende un viaje que le descubre un mundo lleno de peligros: en la Tierra el mar está contaminado, una niebla tóxica invade bosques plagados de monstruos mutantes, y los niños trabajan como esclavos en el tétrico Silo. En este siniestro lugar, sin embargo, a Edgar le aguarda la obra inacabada del doctor Harding, cuyo secreto deberá desentrañar para completar el espectacular plan del científico y revelar el auténtico propósito de la existencia de Atherton.
Trilogía Atherton:
#1. La casa del poder [RESEÑA]
Una de las razones por la que este final no me ha gustado tanto, es que hay muchos cambios que no me han terminado de gustar. Es cierto que lo que más predomina durante toda esta historia, desde el mismo principio, es que hay continuos cambios sin parar: que si en el aspecto del propio Atherton, que no para de modificarse; que si los peligros a los que se tienen que enfrentar son diferentes porque en cada una de las partes de las que se componía el planeta hay criaturas cada vez más feroces... En definitiva, todo estaba en movimiento y todo cambiaba todo el tiempo. Pero en esta ocasión, lo que ha cambiado además de unos cuantos elementos que acabo de mencionar, son cosas que han hecho que la lectura no se me hiciera tan interesante. Lo que más he notado es el hecho de echar de menos a muchos personajes -por no decir a todos menos al protagonista, lógicamente- de los que nos presentaron en los tomos anteriores. Incluso a los mejores amigos de Edgar, junto a los cuales formaban un grupo muy unido y parecía que era inseparable. A estos personajes que ya eran principales, se les ha tratado como unos secundarios más y no han tenido mucha relevancia ni aparición en esta ocasión. Sí, nos presentan a algunos personajes nuevos, pero me ha faltado el reencuentro con muchos otros ya conocidos que ni siquiera se han llegado a nombrar una sola vez -y de salir a escena, ya ni hablamos-.
Y además de los cambios en los personajes, también encontramos un cambio en el escenario donde nos situamos. Por el título de la novela, si habéis leído alguna de las dos primeras novelas, ya sabréis a qué lugar me refiero. Me ha parecido muy interesante viajar allí, descubrir cómo se vive y qué clase de personas hay. Pero me ha ocurrido igual que con los personajes, he echado mucho de menos pasear por Atherton. Dejando un lado todo esto, me sigue gustando mucho la forma de escribir del autor, y la gran imaginación que tiene y ha tenido para construir desde cero en su mente esta historia. Es el séptimo libro que leo de Patrick Carman (además de los dos libros anteriores de esta trilogía, leí la tetralogía Skeleton Creek) y me sigue fascinando su capacidad para crear historias llenas de aventuras, originalidad y siempre sin perder un pequeño toque de humor. El ritmo es bastante rápido durante toda la lectura, pues la acción no para de sucederse y cuando no la hay, siempre ocurre algo interesante o nos enteramos de unos de los secretos que tanto queríamos descubrir. Y hablando de esto último, dentro de los pequeños descubrimientos que hace que todo encaje poco a poco, está el que podemos llamar "el gran secreto". En este asunto, la verdad es que esperaba algo más. Me llegó a convencer el por qué de todo, pero las explicaciones me parecieron demasiado simples -o esa fue mi impresión-.
